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martes, 5 de abril de 2011

Equipo Interdisciplinario "Peter Capusotto y sus Didácticas" Invitan al Curso: "Juegos Didácticos" en Crespo ;"Los Derechos Humanos en relación con el Estado, la Sociedad y la Construcción Ciudadana"

Área de Promoción de Derechos Humanos y el Equipo Interdisciplinario “Peter Capusotto y sus didácticas”.
Invitan al Curso: "Juegos Didácticos" en Crespo 
"Los Derechos Humanos en relación con el Estado, la Sociedad y la Construcción Ciudadana"
 (Juego situación simulada).


La actividad está destinada a docentes de la UADER y CGE, asi como también a la ciudadanía en general. A cargo del dictado estarán, el Lic. César Ricciardino; el Prof. Sergio Dines;  y equipo interdisciplinario en Ciencias Sociales. Se desarrollará en dos jornadas, SÁBADOS 14/5 y  21/5, de 8:00 a 12:00 Lugar: Salón Municipal de la Ciudad de Crespo.

Aprobado por:
 Resolución N° 1.280/10 UADER

viernes, 1 de abril de 2011

Educando al ignorito de Elemaco. Por ELE

Me encuentro en una encrucijada.

Resulta que las vueltas de la vida me tienen preparando una clase sobre un tema sobre el que, no tengo mucha vergüenza en admitir, sé bastante poco (los únicos que no deben saberlo son mis alumnos!). A saber: cual ha sido la evolución reciente de la educación en Argentina

Habiendo cursado mi primaria y secundaria en el marco de la reforma educativa de la década del noventa, la historieta que se marcó a fuego en la mente de este joven e inocente economista es la de la permanente decadencia de la calidad educativa argentina, historieta que no hace más que reforzarse cada vez que consulto la opinión de algún over-40.

“Mira” me dice, casi sin excepción “Cuando yo era chico….” Tras lo cual empezará una narración que, indefectiblemente comenzará con el recuerdo de un pasado glorioso frente al espantoso escenario que viven los jóvenes de hoy.

Preparábame entonces para plasmar esta idea en el PowerPoint de rigor cuando, ayyy, resulta que no logré hallar, tras horas de infructuosa búsqueda, ni un “dato duro” que diera cuenta de este deterioro. ¿Dónde está? ¿Cómo se ve? ¿Cómo se mide la caída en la calidad de la educación en Argentina?

De aquí en adelante, un resumen de esa data que logré recopilar en la búsqueda.

Atentí. Cualquier respuesta tentativa debe considerar que gran parte del deterioro del sistema educativo puede no corresponder a su propia dinámica, sino haber sido heredada por algún otra porción de la realidad social argentina. A modo de ejemplo, piénsese que si hay jóvenes que usan la escuela como un medio para garantizarse una comida diaria, eso no es una debilidad del sistema educativo, sino de los cambios en la estructura social. Misma conclusión puede sacarse, posiblemente, del aumento en la violencia estudiantil.

Vease, por ejemplo, el siguiente cuadro, extraído de acá. Un fenómenos persistente durante los últimos 40 años (que se interrumpe, como se ve en el gráfico más abajo, tras la crisis de la convertibilidad), es el incremento de la matrícula y de la tasa de escolaridad, que alcanza su máximo de 63.4% en 2001.

Cualquier explicación del deterioro durante este periodo debe considerar, simultáneamente, que hay un efecto positivo por la cantidad de personas que están estudiando. ¿Cuál es el resultado neto de un deterioro de la calidad si, por ejemplo, entre 1980 y 2001 se incorporaron 4 millones de alumnos al sistema educativo?
(Nota: Los números de ambas series no son estrictamente comparables. Todos los datos son de acá)

Ahora bien, tamaño incremento en la matricula tiene una consecuencia inmediata: debe aumentar sensiblemente la asignación presupuestaria al sistema educativo para lograr mantener el financiamiento por alumno. Cómo puede verse en el siguiente gráfico, eso exactamente parecería ser lo que sucedió.

Como puede verse, el persistente aumento del presupuesto educativo en los últimos 27 años, que pasa de 2.5% del PBI en 1980 (1.5% en 1982) a 4.5% en 2006 ha servido para mantener prácticamente constante el gasto medio por alumno, que, con excepción del sensible incremento de 2007 y los caóticos guarismos para 2002-2004 o 1991, no son distintos que los que se observaban a principios de los ochenta.
 Aunque no tengo series largas, no veo tampoco deterioro en algunos otros indicadores que pienso podrían servir. Se mantiene relativamente estable el número de docentes por alumno (el sistema pasa de 560.000 docentes en 1996 a 610.000 en 2007) e incluso aumenta la cantidad de horas cátedras por alumno un 39% de 0.42 a 0.58 (desconozco, confieso, si esta es una buena medida).
Un comportamiento particular se observa en el caso del abandono. Este indicador se mantiene estable durante los críticos años finales de la convertibilidad, en los cuales uno esperaría ver un aumento del abandono de jóvenes, trabajadores secundarios del hogar, que parten al mercado laboral en búsqueda de un ingreso adicional.

Este fenómeno se observa, sin embargo, a partir de 2003, donde, sospecho, la pauperización del salario real de los no registrados tras la crisis fuerza la deserción escolar. No es este, sin embargo, una debilidad que pueda achacarse al sistema educativo, sino a la fragilidad del mercado laboral.
Entonces acá estoy, peor que cuando empecé. Entiendo que la mentalidad de economista me sesga la búsqueda. Sin embargo, tras una larga jornada de búsqueda...nada, niet. Ni un solo indicador del deterioro. Insisto entonces ¿Dónde está? ¿Cómo se ve? ¿Cómo se mide la caída en la calidad de la educación en Argentina?

Atte. ELE

Impuestos al salario y las libertades del lenguaje tributario Por Economista Serial Cronico

Como todos los años (y como resultado de la inexistente inflación), el Gobierno, los sindicatos y la oposición encaran el más increíbles de todos los debates al evaluar la posibilidad de incrementar los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias. Como todos los años, no logro contener mi perplejidad al ver que se plantea como una medida progresista de defensa al bolsillo del trabajador.

Expresé mi opinión en este espacio en reiteradas oportunidades. Para no repetirme y aburrir (¡No puedo dar garantías de lo segundo, aunque la previa con Gene me permite intuir que lo que acá concluyo es medio ruidoso!) permítanme darle otra vuelta a la tuerca.

Una transformación clave de la economía argentina en los últimos 20 años (y digo 20 no por casualidad) fue la evolución de la estructura tributaria hacia una más moderna y sólida, cuyas características más salientes puedan resumirse en el siguiente grafico*

 


Además de consolidar su capacidad recaudatoria para alcanzar un ingreso total equivalente al 30%, en los últimos 20 años (algo más si se incluye provincias y municipios) se produjo un crecimiento sostenido de la participación de impuestos más progresivos en el total recaudado (como los impuestos a los réditos/ganancias y al patrimonio), en perjuicio de otros más regresivos (como el IVA o los impuestos al trabajo).

Ahora bien, en algún momento alrededor de 2005 esta tendencia a la mayor progresividad recaudatoria se detuvo, comenzando una leve tendencia hacia la caída en la participación de los impuestos “buenos”.

Esta dinámica puede explicarse por tres fenómenos.

El primero de ellos es el estancamiento en la recaudación de los impuestos “progres” que, desde 2004, oscilan alrededor del 7.5%.  
 
El estancamiento de estos impuestos progresivos tiene a su vez varias explicaciones. En primer lugar, manteniendo constante la estructura tributaria, la recaudación de impuestos progresivos es más alta cuanto más concentrado este el ingreso y la riqueza, y más baja cuando la distribución mejora (la razón técnica la explico en otro post para no eternizar este). Cuando la distribución empeora, sube ganancias, cuando mejora, baja. Así, el sistema tributario actúa, en parte, amortiguando los cambios en la distribución del ingreso por lo cual parte del estancamiento observado desde 2004 (al igual que parte de la tendencia creciente en el periodo previo) se explica, de esta manera, por las mejoras distributivas. Por otro lado, la propia caída en las tasas de rentabilidad del capital (que es algo parecido pero no es lo mismo que el punto anterior) de los últimos años respecto a los obscenos valores del primer kirchnerismo redujeron la base imponible.

En sentido opuesta, la recaudación de impuestos progresivos se mantuvo constante a pesar de que el gobierno prohíbe aún la exposición de los balances contables a la inflación, con lo cual la recaudación de ganancias se mantiene artificialmente más alta de lo que sería en un contexto de menos inflación.

Ahora bien, volvamos entonces a la pregunta original ¿Qué más explica la reciente caída en la participación de los impuestos progresivos sobre el total recaudado?

El segundo fenómeno, como puede verse en el siguiente gráfico, es la dinámica de los impuestos al consumo (80% IVA pero también impuesto a los cigarrillos, al chupi, a los combustibles, a los autos, etc). Este grupo de impuestos mostraron una dinámica creciente que los ubica hoy alrededor del 10% del PBI (+- el dibujo de las Cuentas Nacionales desde 2007). 
El incremento de la carga tributaria sobre el consumo es, en realidad, algo más alto que la que se refleja en la serie de recaudación sobre PBI. Desde 2003 a la fecha el consumo privado creció sistemáticamente por debajo del resto de los componentes del PBI (contradiciendo esa idea del “boom de consumo” que según este servidor es incorrecta) por lo cual el incremento de la recaudación sobre el consumo es incluso más alto.

Aunque no está bien juzgar la progresividad de un impuesto haciendo abstracción de en qué se gasta la plata, creo que este incremento de la carga sobre el consumo debería ser una tendencia a revisar en cualquier reforma del sistema tributario.

Sin embargo, la principal explicación al estancamiento y retroceso en términos de progresividad de la recaudación se explica por lo que pueden ver en el siguiente gráfico: la evolución del impuesto al salarios o, como solemos llamarlos aquí de los aportes y contribuciones a la seguridad social. El impuesto al trabajo creció algo más de 4% del PBI entre 2003 y 2010. 
(Debería separar en el gráfico los aportes por diversos conceptos, porque no es hoy lo mismo el descuento por la obra social que el de la jubilación, pero permítanme hacer abstracción de ello).

En el contexto actual y en particular después de la moratoria y estatización del sistema previsional, pensar que el descuento sobre el salario tiene un carácter de contribución y no de impuesto (esto es que hay como correlato entre el acceso a una jubilación a la hora del retiro y lo que uno contribuye durante su vida activa) es un pobre reflejo de lo que en realidad pasa. Cuando, por un lado, casi el 50% de los jubilados nunca aportó, cuando la remuneración del 85% de los jubilados se encuentra entre una mínima y 1 1/2 mínima independientemente de sus aportes y cuando el 35% del financiamiento de las jubilaciones no surge de los aportes, llamar contribuciones sociales a los descuentos al salario y no impuesto al trabajo es tan sólo una libertad del lenguaje.

En conclusión, lo que se observa en la estructura tributaria en el último lustro es una combinación de (1) un estancamiento de la recaudación de los impuestos más progresivos como ganancias o impuestos al patrimonio (2) un crecimiento de la carga tributaria sobre el consumo y (3) un fuerte crecimiento de la recaudación en concepto de impuestos sobre la nómina salarial formal.

Ahora bien, para ir cerrando y volviendo al tema que abrió el post, si oposición, sindicatos y gobierno pretender encarar una reducción de impuestos (como hacen cada vez que discuten el aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias) ¿Qué tiene más sentido? Apuntar todos los cañones hacia el más progresivo de los impuestos o, en cambio, encarar una reforma de dos impuestos (IVA y Contribuciones sociales) que, silencioso y sin prisa ni pausa, corroen las mejoras en la progresividad de la recaudación de impuestos?

Dejo la pregunta abierta.
*Incluyo entre los progresivos al impuesto a las ganancias, a los premios de azar, a la ganancia mínima presunta, al patrimonio y a las transacciones financieras y de capital. El gráfico incluye también, para quien guste, a los impuestos al comercio exterior, así no convierto al post en uno sobre retenciones si o retenciones no.